martes, 30 de septiembre de 2014

Éramos tantos, yo no sabía quién era


En ese estuche a rayas con un cordón para que no se pierda, en esa cajita de cartón que tiene ese borde que la excede y me hace pensar en pavos reales. Desde ahí venían las canciones. Desde esos discos que van a cumplir 10 años ya, desde esa inocencia interrumpida por la resignación de las utopías púberes a la vida cotidiana y citadina y cuasi adulta. Hace tanto ya, pero fui obediente y me llené de discos nuevos y ajenos. Me dejaron. Dejé. Me perdí. Me encontré. Tanta agua bajo el puente, pero la correa cruzada sigue sosteniéndola firme. Su guitarra inmutable, inalterable al tiempo, al espacio. La guitarra impávida ante el asombro de la gringa que entre el público apretado susurra incrédula “nos estamos rozando con un van Gogh”. En la sala de postimpresionismo del MNBA Coiffeurteje en el aire. Entrecruza notas y construye el clima. Una estampida de canciones a las que hacía mucho no volvía a refugiarme me tomaron por sorpresa. “Estampita”, “Cataratas”, “Vuelvas a casa”, “En la frontera”, “Mientras tanto”, “Christine”. Estoy en falta con el orden a la lista, le estoy escatimando también. Algunas se cantan con los sentidos, listarlas ahora, acá no tiene gollete. Cambió el contexto: en el museo y de noche. Una experiencia casi reveladora. Él y su música del Oeste. Pero la intimidad no cambia, la frescura de su voz, las miles de puertas que se abren en cada acode, para cada intento.

Sí, esta es la terraza del Museo Nacional deBellas Artes. Sí, esa es toda esta cantidad desopilante de invitados rozando las obras que cuelgan, o se apoyan, o flotan y se hunden. Sí, esos son porrones de Grolsch. Y sí, el bordó en los labios de todos es porque se sirve Emilia (Nieto Senetiner) en copa plástica, pero cumplidora. El último sí: todo es gratis y dentro del marco de lo consentido. Te parece imposible, pero Cumbiemos el Mundo se apoderó de la musicalización. Una voz humana, un cuerpo femenino, y una imagen que en su conjunto me hace sospechar que Jem y su holograma están aquí. Música, o lo que sea que esto es. Te parece inaudito, pero esto es una fiesta. Bellos Jueves podría ser la cuota de delirio mensual que todo quien se sienta parte de Buenos Aires debería probar. Amén. 

martes, 23 de septiembre de 2014

si existe algún lugar


Lupe pide tregua, pide paz

https://filarmonicacosmica.bandcamp.com/track/alto-el-fuego


Cuántos son el cosmos entero
cuáles, quiénes
hacelo bien, hacele bien, hacé el bien
que todo llega
no es lo que no tiene que ser
del resto, se encarga Dios

lunes, 22 de septiembre de 2014

jueves, 18 de septiembre de 2014

oiga muchacha - Fémina en La Playita


“¿Qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?”
F.K.

Ebba canta canciones en sueco, y aclara: “si nadie entiende nada, es porque no se entiende nada”. Y ríe de la misma manera en la que se ríen los árboles en todo el mundo. La naturaleza universal de la alegría. La madera de su guitarra es tan cálida como el modo en que se sonrojan sus mejillas cuando el público la aplaude. Está sentada en el escenario, sola, su flequillo enmarca la dulzura de la escena. Pero la música es su amiga, y juegan. Alterna la guitarra por calimba, sigue madera. Se le anima a una zamba, y en su estilo, embelesa. Canta una más a pedido, y riendo se disipa entre cumplidos que dan fin a su prólogo musical.

La Playita acompaña. Es de esos lugares que huelen a madera, aunque no sea. Que son como una barrica donde duerme el buen vino, y estando ahí adentro se siente reconfortante, templado y aromático, de incienso y resinas. En el patio hay plantas, sus hojas están carnosas y brillantes. Las gotas de la lluvia de noche-de-sábado-en-capital se resbalan por sus venas hasta estrellarse en el piso. Y la madera de nuevo, en esas ramas y esos troncos, exuda su olor a tierra y camino.

Mujeres bellas y fuertes. Si se pudiera resumir de alguna manera la esencia de Fémina, trío-fem de folk-rap fusión, que con una estética colorida y potente se acomoda en el escenario y acapara la total atención. Arrancan sólo maderas: guitarra y cajón. Ese será el hilo conductor. Sus voces son la del territorio latinoamericano, con todo el brío y el color. La primera es “Los senos”, track incluido en Deshice de mí, placa debut editada en 2011. Y antes de volverse el canto un verso, llega en onomatopeyas, en interjecciones de la voz, gritos que le ganaron territorio a la expresividad, dolor que no puede transmitirse sino de esta manera. De ser mujer, de ser nacer, de dar a luz hasta convertirse en ella. 

Una cuarta mujer se suma al espectáculo, baila las canciones. Su entrega es total. Su organismo en movimiento es la definición de expresión corporal. La canción vuelta carne y huesos. Asombroso, sacudón de los sentidos. La columna vertebral de la lista estará apoyada en Traspasa, editado a principios de este año. Guitarra, bajo y piano invitados acompañan la diversidad de géneros y ritmos. Presentan algunos temas nuevos, como “Arriba” y “Soula”. El momento en el que la respiración se corta y la piel se eriza es durante la performance de “El guacho”. Como brasas prendiéndose fuego, los versos que rapean recorren temáticas que queman, y en velocidad y acción lo colman todo. Es altísimo el nivel de energía en el que oscilan. Y el final llega con una vieja advertencia: oiga muchacha, nada es lo que parece. Y una sabia reflexión: si tal vez dejara de buscarte, ahi tal vez lograra yo encontrarte. 



Este sábado 20-sept se presentan en vivo junto a CeHacheRespira y Korobá en Matienzo

Y de tus sobras de amor



yo descubro el mundo, le quito el velo
vos te paseas en él como un insecto
juntos zumbamos
y es tan lindo todo,
no vayas a creer

I'm your late night evening prostitute, Tom Waits


Se incendiaron todos los diccionarios
del Undiverso Infimito
no más no-más
no de esos huecos
ni de la alquimia con subtítulos
será otro cuerpo,
será otra voz,
pero no es él.


sábado, 13 de septiembre de 2014

Fémina en La Playita, aguante!


Fémina en La Playita, y puntual ♥

 chapoteando todo el día en la pileta de la fantasía, lalalalalaaaaa

https://www.facebook.com/events/689586327789056/


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Tomás Amante y Francisca & Los Exploradores en VeP



Los opuestos se atraen. En este caso, una pequeña omisión de palabra y la fecha compartida por Tomás Amante y Francisca & Los Exploradores el pasado domingo en Vuela el Pez puede definirse: los opuestos, atraen. Desde esquinas diametralmente enfrentadas, ambos músicos abrieron su abanico de canciones y nos ayudaron a combatir el bajón del último tramo del fin de semana. En una noche de luna amarilla y redondísima, en la calidez de una primavera que no llegó, Tomás y Fran Saglietti se plantan delante de las luces del escenario de este club de arte, y lo dan todo, cada cual a su manera.

Tomás primero. Con un cover de “Dame un talismán” como primer paraje, monta un paisaje donde la profundidad de su voz es el faro y las seis cuerdas de su guitarra, el cielo y todas sus estrellas. Recorre los temas editados en su primer disco solista, “El hueco”, presenta algunos inéditos pero siempre naufragando en esa candidez irremediablemente atractiva que es la paleta multicolor de su voz. La poesía escondida en los versos, una guitarra rasgada con la energía de lo verdadero y ritmos que llegan como el oleaje de un mar revuelto, pero incesante y eterno. El silencio en el lugar es absoluto. Amante cautivó como lo hacen los brujos. El final se precipita y es sin anestesia. Ayudame a irme, limpiá la casa, que sólo hace falta…

Turno de Francisca, en un plan más experimental. Es el mismo escenario, pero hay más cuerpo, más movimiento, más paseo escénico. La estrella en este caso es el sinte/sampler/mixer, que lo tiene completamente embobado de amor, y de música y de ganas de apretar todas las perillitas e ir probando. La guitarra, un complemento en esta oportunidad. Algunos románticos la aclaman, y sentado al borde del escenario toca tres al hilo, “Hombre”, “Virgen”, “Contrainidiaciones del pensamiento”. Pero está inquieto, algunos ruidos estallan, tiene ganas de jugar: “los domingos hago stand-up también”. Se repite cover, pero esta vez es una de Los Espíritus, “Las sirenas”. “El día de la lenteja”, y la despedida pegadito al sinte. Algunos sonidos nuevos quedan rebotando, y una frase que vive en “Barbuda”: decile no al enrosque, deja que el aire lleve su voz hacia otra parte inmune al boicot. 

Fecha yin-yang, el orden y el caos, lo blanco y lo negro, cercano y lejos. Sobre el final de la semana, que es también principio, ahí donde converge, se dio este equilibrio. SALUD!

martes, 9 de septiembre de 2014

Los Tabaleros en su salsa



En definitiva, es el sabor de lo hecho en casa lo que perseguimos. No importa si lo que estamos buscando es matar el bagre o si necesitamos alguna música que nos sacuda el alma, que rime con las penas propias o celebre las alegrías ajenas. Algo casero, de nuestra casa, de alguien o alguienes o aliens que sean una casa, que tengan esa calidez, la justa tibieza.

Es por esto que el viernes último desatendí todo consejo de guarecerme de la lluvia y el tirón y me arrimé hasta El Gorrión Negro para chusmearle la choza a mis queridos Tabaleros, y verlos fulgurando en su salsa. Ni bien crucé el umbral, lo entendí. Ahí estaba todo revelado, como en la visión de una hechicera. Un patio acogiendo camaradas devotos de los buenos ratos, un pasillo, puertas crujiendo, una mesa donde  brindar “ala santé du Colonel”. Y en el fondo, por supuesto, el lugar donde se cuecen los manjares y a fuego lento se guisan las canciones que prometen para el tercero.

La cocina, sin embargo, no tiene límites. Quizás el ritual empiece ahí, en la mesada. Después será cuestión de aderezar y al horno. Pero el fin es alimentar a los de afuera, quienes fritos en su propio sudor acompañan el acústico con coros y siguen atentos las picantes elucidaciones de Beto, “para la colectividad gitana que vende autos de segunda selección, una cuenca hermosa, un capricho”. Y para estos genios de la canción pampeana, todos nuestros aplausos adobados en cariño y admiración.

En un banquete donde sobra el talento, los músicos traen un puñado de folk-canciones para alimentar el alma. De entrada, “Bicicleta”, “Mi amigo el rey”, “Que no se vea”. Como plato principal, “El amor no existe”, “”Porque sí”, “Escalera”, “Niño” y dejando lo mejor para el final, llega como postre “Avión de papel” y el clásico “Zorro”, Tabalero´s version.  

Será que uno tiene mano para esto, otro conoce el ingrediente secreto, el truco justo. Unos cuantos deben de haber arrancado de gurises para cumplir la máxima de que el zorro sabe más por viejo. De seguro está el que le robó el recetario a la abuela, sin nunca haberlo confesado. Y no se me escapa el que nació con el don, y punto. Sea como fuere, y donde fuere, este sexteto con fuelle de yapa hace las delicias de todos los comensales, ninguna receta les gana y al final de cada show tiene al público comiendo de sus manos. Nada como una buena dosis de Los Tabaleros en su salsa.