miércoles, 24 de febrero de 2016

Que se quede el infinito sin estrellas - Lupe y sus Amores en Thelonius


Me pregunto si habré estado pensando en la conquista del territorio cuando se desató la pelea contra las agujas, daño colateral de la pasión xeneize. Así y todo, la escasez de recursos no ganó y viajé en avión con una compañera entrada en pánico. Sea como fuere y por fin, ahí estábamos. Escaneo del lugar e instantánea mental: Lupe y sus Amores en formación completa sobre el escenario de Thelonius, puro glamour y talento.

En estado de ensoñación, imagino que este concierto bien podría asemejarse o ser un viaje en el tiempo. Es el tiempo del amor, como bien canta otro romántico del mundo cancionero. Tiradores y moño ellos pero ella, de nuevo, una sirena enfundada en rojo más guapa que la más guapa de las princesas de todos los tiempos. El concierto es acertado en todo momento, lo que más destaca es nuevamente el talento, la armonía que reina entre los miembros de la banda y el manejo excelso que hacen en moverse y traducir a gestos de hoy un sonido de antaño. Una especie de culto al pasado desde el presente más actual, una lista de temas cada vez más nutrida y variada, la voz en italiano, en portugués, en inglés y la voz ausente para darle lugar a una instrumentación maestra.

Alguien quiso meterse adentro de la cabeza de otro, pero sólo en la superficie, ¿será un crimen? yo no juzgo. Tuve mi revancha y le entendí las ganas. Luego fluorecería en mi piel lo que normalmente escondo. Me quedo rebotando entre el blanco y azul de la zamba y el sueño inalcanzable de volver mi piel canela.    

martes, 23 de febrero de 2016

Chutazo de amor en Niceto


La luz artificial es artificial, como cualquier artificio, eventualmente termina. Muy por el contrario, la luz verdadera no se extingue nunca, no deja de iluminar, vive en las canciones.

Citados a formar parte de un Festival Superamigo ese jueves de un calor inmensurable, temprano y en Niceto, con un line up de lujo: El Hipnotizador Romántico, Pablo Malaurie, Cosmo y Les Mentettes. La ciudad transpira en color negro, nos movemos entre una densa masa de calor. Abanicos, muchos. Algo muy similar a la puntualidad, y un escenario que funciona como un relojito suizo. El Hipnotizador Romántico cumple pero pasada la primera canción de Pablo Malaurie algo por fuera de lo esperado irrumpe, silencio y oscuridad. Perplejos, los músicos buscan alternativas, piensan cómo perpetuar el show en condiciones adversas. Para sorpresa de todos, quienes habiendo salido a respirar ese aire tibio que anunciaba la inminente tormenta, volvemos al centro de la escena porque sí, hay birra gratis, algo extraordinario se gesta.

En el tiempo una ronda de canciones se extiende lo que un fanático sueña, en un calor que el cuerpo de este mundo no puede soportar, en una camaradería que el corazón de cualquiera quisiera abrigar. Entonces, al pie del escenario, todos los músicos convocantes forman una ronda, la oscuridad le abre camino a algo que podría pensarse como un ensayo general abierto, y las canciones empiezan a sangrar en una luz que imaginamos pero no vemos.

Van alternando instrumentos, saltando del repertorio de unos a unos, van variando de autores y todo llega todo tan lejos, que hay covers de los más grandes y uno que explica algo de este Verano Fatal. Una especie de sala de ensayo desfachatada, con muchísima más buena voluntad que otra cosa, con la sincera intención de cumplir, y de pasarla lo mejor posible. Algo que podría bien definir lo que es un súper amigo, el que se queda ahí, bancando los trapos, hasta las últimas, hasta que las velas no ardan, pero sí esté todo el corazón bien prendido fuego. Una exquisitez única que la falta de electricidad no pudo cortar.

“¿Dónde está la luz?”, nos preguntábamos parafraseando al inmenso Juanito el Cantor. Nos fuimos convencidos de que la luz también es esto. 

Luciana Mocchi, desde Uy hasta BA - mierc 24-Feb 21hs en El Quetzal


en Vida Calesita, estamos que se nos eriza la piel!

este miércoles, Luciana Mocchi vuelve a pisar tierra porteña y canta sus canciones en El Quetzal

21hs en Guatemala 4516

lunes, 22 de febrero de 2016

jueves, 18 de febrero de 2016

Dejaste aquí tu voz – Tomás Amante, Mariana Michi y Santi Martinez cantan El Universal


fotos gentileza de Rocío Frigerio


fotos gentileza de Rocío Frigerio
En una noche de verano (y una más y cuantas más, ya no sé!) destinada a los encuentros y desencuentros, El Universal es otra vez el lugar. Esa casa con gustito a hogar donde todo pasa y todo queda, en ese espiral de contradicción que es la no rutina. Hoy, “ping pong de canción”, dice Tomás Amante e inicia la rueda. Vuelve a su versión solito con guitarra, y desparrama unas pocas canciones de A pesar de la era. Me reservo el listado, porque invito a que escuchen el disco de principio a fin, la obra completa, como debe ser. Sube Mariana Michi, bendita tu eres, y hace su función. Impecable, luminosa. “Sólo uno de los tres tiene un vaso”, bromea Santi Martinez como puntapié de una larga fila de chistes que irán sucediéndose a lo largo y ancho de la noche universal. Un vaso y un piano, así cualquiera!, respondo mentalmente mientras se mezclan risas y aplausos.

fotos gentileza de Rocío Frigerio
Quisiera que sea siempre esta noche, un jueves siempreterno en El Universal y estar acá, no irme, no dispersarme, presenciar, desmenuzar esa palabra y entender que estar es la esencia. Desmenuzar también las canciones, los espacios entre ellas, las presentaciones cruzadas y compartir el momento. 
¿Por qué me gustó tanto esta fecha? Hordas de publicistas se desgranan los sesos a diario intentando entender qué es lo que define el gusto de un consumidor. Desde otro ángulo, me propongo la misma descabellada tarea. Llego a la siguiente conclusión, que comparto como un secreto:

fotos gentileza de Rocío Frigerio
De Tomás Amante me gustan sus canciones, y lo bien que suenan en la versión que sea: con una guitarra criolla desenchufada, con una orquesta completa o con una eléctrica y su voz siempre certera, como es el caso.
De Mariana Michi, cómo en el escenario es pura belleza, dulzura y talento. La facilidad con la que enmaraña ritmos de distintas latitudes, la liviandad con la que se pasea.
De Santi Martinez disfruté su manera de hacer sonar las teclas mientras se las ingenia con alguna humorada. La canción está después.
De El Universal, me gusta todo. Su eterna calidez, que sea una casa.
Del show, su frescura, su dinamismo. La completa ausencia de egos. La naturalidad con la que los músicos comparten genuinamente.

La escena está viva, crece y se entrecruza. Estate atento, que no te distraigan los Stones”. No se trata de eso, pero me pareció que estar acá, desmenuzándolo todo, puede ser igual de histórico, igual de eterno. 


fotos gentileza de Rocío Frigerio

encuentro de titanes en Niceto


alto encuentro!
(no perdérselo por nada del mundo)


20hs en Niceto

martes, 16 de febrero de 2016

Una linda oscuridad, poética y vital - Eduardo Herrera + Luciann Iann en El Quetzal


Una linda oscuridad, poética y vital”, así me presentan la música de Eduardo Herrera, y cómo negarme a ver de qué se trata eso en el plano del vivo. La cita es un sábado en El Quetzal. Llego a horario, tengo tiempo, tengo ganas y buena compañía. La apertura del show está a cargo de Luciann Iann, quien sí es una noticia nueva para mí, y resulta de las gratas.

Cables y teclas, muchas, y un ordenador. Todos botonitos y un mic para la voz. Novedad para mi campo visual y auditivo. Atraviesa la ilusoria línea divisora, baja del escenario, canta y se mueve. El sonido cobra vida en el movimiento. Se instala en mí una idea macabra: me gustaría que el lugar esté lleno de drogas de diseño, aunque no sepa qué son. Me gustaría que haya globos y bombuchas de agua de diferentes colores. Que haya espejos, también. Que todo se refratce y rebote. Me gustaría bailar. Sí, me gustaría mucho bailar como si tuviera el cuerpo lleno de ardillas. Me gustaría que estas sillas vuelen por el aire, pero en stop motion. Me gustaría que se apaguen todas las luces, y bailar. Llegar con el cuerpo hasta la música. ¿Se podrá? Las bases son hipnóticas, profundas. La voz está colocada en un buen lugar. Las letras se diluyen y cambian de lengua. Creo que por fin entiendo el concepto de producción musical. El final es tan de pronto que deja con las ganas, pero en un lindo estado de alerta.

Edu Herrera llega recitando una de Atahualpa. Pista en el mapa que va a ir transitando. Eso de la oscuridad, era cierto. No encuentro una manera mejor de describir este sonido. Me seduce la sensación de dejar las canciones al borde de la explosión, tejer una tensión de thriller en pantalla 3D, de rechinar de dientes, de fuerza contenida. Me deliro y pienso que quizás sí, quizás canta como un tanguero, quizás, sólo muy remotamente, sufre en y de Buenos Aires. Probar, experimentar, hacerlo diferente. Que una guitarra, una loopeadora y algunos otros artificios alcancen para que uno solo haga todo este ruido. 


No sabría definir al hombre, no sé qué es, pero estoy acá y pienso, eso sí, en todo lo que puede hacer un hombre solo. Conjugar la oscuridad y la luz en canciones y con la alquimia del loop dominar el tiempo un poquito. Ir ensuciando los temas con arte, con mucho disimulo. Era todo cierto, se trataba de un espectáculo poético y vital. Termina el concierto y me llevo una idea nueva: Hay canciones que hacen que la oscuridad florezca. 

viernes, 5 de febrero de 2016

el eco cruzó los ríos - Papina de Palma, Alejandro & María Laura y Juanito el Cantor en El Quetzal



¿Cómo habrá sido ver por vez primera a Latino América? Ella toda, entera, desnuda. Esa tierra colorida y fértil, húmeda, una explosión de estímulos, de sabores y por supuesto, de sonidos. Tan vasta, ecléctica, de carácter tan diverso, pero tan carácter.  

Es martes en uno de los rincones exactos donde esta tierra infinita no duerme. Es martes, la noche llegó como llegan los rugidos a la selva, previsible pero extraordinariamente. Aquí, la cosa está muy bien. La tarde trajo un reencuentro, y el nombre del lugar podría presagiar en esa serpiente emplumada la raíz del concierto cancionista. Pero quizás sea sólo superstición. Sea como fuere, El Quetzal es pura calidez, también hoy.

Papina de Palma. Ya su nombre anuncia algo, una belleza sonora en la forma en la que se hilvanan las letras y resultan en un ligero enredo de lengua que divierte. Su origen montevideano, también. Un aura de serenidad cubre el escenario ni bien Papina empieza. Una gracia acompaña de principio a fin su show, un sentirse a gusto, un querer tararearla. Sólo con una guitarra y una voz esplendorosa dice en estribillos grandes verdades del amor. No son muchas las canciones que comparte, es más el brillo que deja, el centelleo de lo que seguramente sea su interior. Cuenta vericuetos del disco que está cocinando, a fuego lento y a pulmón. Tan dulcemente dictatorial, demanda a los músicos de la fecha a acompañarla en una canción, que bien podría leerse como una pequeña celebración. Papina se va, dejando huella charrúa que no borra el mar. 

Los monstruos se han levantado, Alejandro & María Laura aterrizan directo desde Lima, con una valija cargada de canciones de Paracaídas y Fiesta de los muertos, sus dos placas disímiles donde dejan registrado que no repiten fórmula y no pierden el talento en esa apuesta. Muchísima armonía vocal y una mezcla de géneros dan la trama de su presentación. Hay momento para el piano, para la convocatoria a los invitados, para un cover donde la i latina es la protagonista. Su nivel energético es alto, sus canciones son frescura y amor, ¿qué más se le podría pedir al imperio incaico?. 



Cierra Juanito el Cantor, versado productor de la escena y hacedor de esa maravilla que es El sueño de las ballenas. Acompañado en la percusión por Nicolás Soares Netto, se despacha con un cuasi sin fin de universos sonoros, imposibles de etiquetar y clasificar, si bien profundamente  abismales y viscerales. Su sabiduría llega desde el Oeste, donde sabemos, está el agite. La molestia de un ruido le permite romper la distancia que imprime el escenario, y nos canta cerquita y certero. Como un experto cazador, lanza sus canciones como flechas, y acierta directo al alma. Ese, su aporte de pampa en este encuentro. 

¿Cómo habrá sido soñar por primera vez una Latino América unida? Seguramente, ese sueño no haya distado de este encuentro. Me gusta pensar la tierra madre a quien le arrancaron a sus hijos implantándole otros como un abrazo musical que se funde en música y poesía. Que quede la música, y que ella cante la identidad. 

Friday, I´m in rock


ALTAS fechas!
me voy a clonar


Tobogán Andaluz presenta su nuevo disco! 
en La Sala Buenos Aires, Diaz Velez 4820 - 00hs
aguante todo!


espíritu veraniego en el Festival Bombucha con Los Mutantes del Paraná + Los Tremendos + Tototomás
00hs en el Konex

miércoles, 3 de febrero de 2016